Por Alcibel Flores.
Prensa/Jabeando/27-05-2025.- El nativo de Los Teques, estado Miranda, nació y falleció precisamente un mes de mayo (26-5-1932 al 4-5-2008) Estuvo en las esquinas de “Morochito” Rodríguez, México 1968: oro; Pedro Gamarro, Montreal 1976: plata; Bernardo Piñango, Moscú 1980: plata; Los Ángeles 1984, Marcelino Bolívar y Omar Catarí: bronce. Esto sin contar los medallistas en Panamericanos, Bolivarianos y Suramericanos.
Por tal razón, muchos de sus pupilos, debido al grado de empatía con ellos, le pusieron el sobrenombre de “Imán”, porque en cada competencia “arrastraba” cualquier presea de algún metal.
Ángel Edecio hizo un exitoso trabajo junto a grandes entrenadores entre ellos sus “compadres” Eleazar Castillo, Juan Rivas, Eli Montes y Luis Barreto, entre los más destacados.
Todos ellos, incluido Escobar, adoctrinados por el decano: Pedro Honorio Cuggia, quien vino de Argentina a fundar la nueva escuela de técnicos criollos. También se destacó como buen observador y escritor.
De allí que aprovechaba lo mejor de la escuela del boxeo cubano (1960, 1980), siendo estos conocimientos adquiridos potenciados y dirigidos a la disposición de sus alumnos y colegas.
Esto le permitió que, en brillante carrera de entrenador y docente, haya logrado acceder a muchos premios y reconocimientos como su elevación al Salón del Deporte Venezolano, por ser el más fructífero hacedor (Ganador) de preseas olímpicas para el boxeo y el deporte nacional.
Es importante destacar que Ángel Escobar Nunca subió a un cuadrilátero en rol de peleador, pero durante más de 34 años mostró un recital de capacidad, responsabilidad y honestidad, dando lo mejor de su vida por el boxeo aficionado, el cual le sobrevivirá eternamente agradecido.
Finalmente, en matrimonio con Francis Fuentes dejó un total de siete herederos, de ellos cuatro varones.
Lamentablemente dejó de existir luego de luchar con penosa enfermedad por más de ocho años.