Por José Camejo Suárez
Prensa/Jabeando/01-05-2025.- El firmamento del boxeo venezolano se ilumina con la estrella de Eli Montes Marcano, un nombre sinónimo de dedicación, visión y la forja de innumerables campeones. Nacido en la apacible ciudad de Cumaná el 29 de abril de 1930, Montes Marcano trascendió su rol como entrenador para convertirse en un pilar fundamental en el crecimiento y la organización del pugilismo en toda la nación.
Su trayectoria como entrenador se inició en la vibrante Caracas, pero fue al regresar a su terruño natal donde sembró una semilla que germinaría en una prolífica cantera de talento. El gimnasio que fundó en Cumaná se erigió como el epicentro del boxeo en el estado Sucre, un crisol donde jóvenes promesas encontraron la guía y disciplina necesarias para alcanzar la grandeza.
La visión y el arduo trabajo de Eli Montes rindieron frutos extraordinarios. Su liderazgo fue esencial para guiar a Venezuela hacia su histórica primera medalla de oro olímpica, un hito que marcó un antes y un después en el deporte nacional. Pero sus logros no se detuvieron allí. Bajo su tutela, Alfredo Marcano, Antonio Gómez, Luis “Lumumba” Estaba, Antonio Esparragoza e Idelmar Paisán conquistaron el anhelado título de Campeón Mundial, llevando el tricolor patrio a lo más alto del podio internacional. Además del primer medallista de oro olímpico de Venezuela Francisco “Morochito” Rodríguez, sin dejar de mencionar a Pedro Gómez, Cruz Marcano, Luis Vallejo, José Luis García, Alfredo Lemus, Nelson Calzadilla y Pedro Rojas, entre otros.
Su legado se extiende aún más allá, con una plétora de campeones y medallistas que brillaron en competencias Panamericanas y Bolivarianas, todos ellos moldeados por la mano experta de «El Maestro» Eli Montes.
Conocido afectuosamente como «la máquina de hacer campeones», la influencia de Eli Montes trascendió el cuadrilátero. Junto a Jesús Antonio Duque, cofundó la Fundación Glorias Deportivas de Venezuela, una institución dedicada a preservar y honrar el legado de los atletas venezolanos.
Aunque su partida física el 9 de junio de 2008 dejó un vacío irremplazable, su espíritu y su invaluable contribución al deporte venezolano perduran. En cada golpe certero, en cada joven que sueña con la gloria sobre el ring, en cada rincón del boxeo nacional, la huella imborrable de Eli Montes Marcano sigue viva, recordándonos el poder de la dedicación y la pasión en la construcción de un legado eterno.